Icker Benalcázar

Nació el 21 de agosto del 2014 en la ciudad de Guayaquil, a las 38 semanas de embarazo midiendo 49 cm y pesando 3100 gramos. Actualmente tiene 5 añitos.

Sus primeros 9 meses de vida no presentó problemas de salud a excepto leves amigdalitis tratadas ambulatoriamente. Nuestra pesadilla comenzó al 10mo mes, Icker hizo una faringitis e impétigo, visité 2 pediatras del cual coincidían en el tratamiento; sin embargo, no cesó la fiebre del cual decidí llevarlo por emergencia al Hospital Roberto Gilbert Elizalde. Le realizaron una biometría y lo ingresan por Neutropenia febril. Al tercer día de hospitalización general bajan a mi bebé a Unidad de Cuidados Intensivos por: Shock séptico secundario a estafilodermia, nefropatías inflamatorias bilateral y Neutropenia grave. Le aplicaron 2 dosis de inmunoglobulinas.

Desde ese entonces, mi bebé ha sido hospitalizado en ocho ocasiones por Neutropenia febril grave, el cual le dan el Diagnóstico de “Inmunodeficiencia primaria” del grupo de deficiencia de número de anticuerpos (IGM) con probable falta de respuesta a polisacáridos de membrana y del grupo de déficit de función fagocitaria.

El déficit de IGM es una inmunodeficiencia muy rara, con prevalencia mundial del 0.03 %, con predisposición aumentada de desarrollar enfermedad alérgica y autoinmune. Icker actualmente es tratado con profilaxis antibiótica y gammaglobulina endovenosa para mejorar su competencia inmunológica por las múltiples infecciones (amigdalitis, gingivitis, neumonía, otitis, entre otras).

Junto a toda mi familia nos esforzamos para que Icker tenga una vida normal, cuidamos de su alimentación, estamos al día con su esquema de vacunación autorizado por el Dr. Miguel Cedeño. Tenemos pendientes realizar varios exámenes en el exterior para identificar con más claridad su alteración, por motivos económicos no puedo realizarlos.

Como madre lucho día a día para que no cese la aplicación de la gammaglobulina, por qué sin ella mi bebé podría recaer e inclusive hacer resistencia antibiótica.

Les escribe Wendy Solís, madre de Ickersito.